Washington, 4 nov (Prensa Latina) El Departamento de Justicia (DOJ) estadounidense discute si una candidatura presidencial de Donald Trump crearía la necesidad de un fiscal especial para supervisar dos investigaciones federales en curso relacionadas con el exmandatario, alertó hoy un reporte.
De acuerdo con información del canal CNN, esa agencia del Gobierno dota de personal a sus indagaciones con funcionarios experimentados para estar preparada ante cualquier decisión después de las elecciones de mitad de período del próximo 8 de noviembre, incluida la medida sin precedentes de acusar a un exjefe de Estado.
A pocos días de los comicios, el DOJ observa el tradicional período de tranquilidad de no hacer ningún movimiento abierto, sin embargo, entre bastidores, los investigadores siguen ocupados, señaló el medio.
En este sentido, mencionó que el Departamento realiza «agresivas citaciones del gran jurado y batallas judiciales secretas para obligar a declarar a los testigos tanto en la pesquisa sobre los esfuerzos de Trump para anular las elecciones de 2020 como en su presunto mal manejo de los documentos clasificados guardados en su mansión Mar-a-Lago».
Ahora podría haber un estallido de actividad postelectoral en las investigaciones en torno al republicano, lo cual incluye la perspectiva de acusar a los asociados al magnate, movimientos que podrían complicarse si Trump declara su candidatura a la presidencia, advirtió CNN.
«Pueden levantar cargos contra casi cualquiera si quisieran», dijo un abogado que trabaja en asuntos relacionados con los sucesos del 6 de enero de 2021, cuando una turba de seguidores del exgobernante asaltó el Capitolio luego de un mitin donde el neoyorquino insistió en su teoría del fraude en las elecciones, descartado por todas las evidencias.
El expresidente también se enfrenta a la exposición legal en Georgia, donde la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, indaga sobre los esfuerzos para anular los comicios de 2020 en el estado.
La decisión de acusar a Trump o a sus asociados recaerá en última instancia en el fiscal general Merrick Garland, a quien el presidente Joe Biden eligió para el puesto porque su trayectoria como juez le proporcionó cierta distancia de la política partidista, precisó el canal.
Como indicó la cadena, imputar a un candidato activo a la Casa Blanca seguramente desataría una tormenta política, pero evitar que rinda cuentas si hay evidencia de un delito, enviaría una señal dañina a los futuros gobernantes con instintos de hombre fuerte.
En opinión de estrategas conservadores, una acusación a Trump durante la administración Biden polarizaría más a la nación y fortalecería el apoyo al exmandatario en la base del Partido Republicano, pues este enmarcaría la imputación del DOJ como una caza de brujas de carácter político.
Además de las implicaciones en los disturbios del 6 de enero y de la retención de documentos de seguridad nacional, el magnate es indagado por supuestas violaciones en el pago de impuestos, pero cada vez que puede coquetea con la idea de repetir en el Despacho Oval, sin confirmar hasta ahora si finalmente competirá.